De acuerdo con Mario Di Constanzo, ex presidente de la Condusef, durante el primer trimestre el gasto del IMSS fue menor al programado en 65,000 millones de pesos, hubo 45,000 de pesos menos en las funciones de desarrollo social, en materia de salud el gasto se redujo en 24,000 millones de pesos, mientras que en protección social el gasto se redujo en 1,007 millones de pesos.
Ciudad de México, 22 de mayo (Economía Hoy/SinEmbargo).- La renuncia del ahora ex titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares, obedeció a la injerencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como la política de austeridad sobre la institución que se ha reflejado en despidos y ahorros en detrimento de la población, de acuerdo con el también Senador. Sin embargo, hasta el momento se desconocen los impactos que han tenido los recortes en el instituto y su balance financiero presentó un superávit de 62,342 millones de pesos.
«Se trata de un superávit ficticio», dijo Mario Di Constanzo, ex presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), pues «una buena parte de esos recursos son deudas con proveedores».
De acuerdo con la SHCP, los ingresos propios del IMSS solo alcanzarían para cubrir el 60.7 por ciento de sus gastos totales en el primer trimestre del año. No obstante, el gobierno federal realizó transferencias al Instituto por 120,276 millones de pesos.
«Mientras se discute la remodelación del IMSS, muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato, algunas vacantes aumentan, el rezago en infraestructura es brutal, -en 2019 prácticamente está en cero por ciento el avance de obras y el pago a proveedores-, los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentan», precisó Martínez en la carta que emitió como renuncia.
El IMSS cuenta con 1.44 médicos por cada mil habitantes, mientras que los indicadores internacionales manejados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) establecen que debe ser de 3.4 médicos por cada mil habitantes, informó el Sindicato del IMSS tras la renuncia de Martínez. El número de enfermeras es de 2.7 por cada 1,000 afiliados cuando lo recomendable es 9 por cada 1,000 personas.
«Las medidas de eficiencia a través de compras consolidadas y el combate a la corrupción son medidas adecuadas, pero no se puede pedir al sector salud hacer más con menos», aseguró Judith Méndez coordinadora de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).
A principios de año Germán Martínez anunció el recorte de 4,218 millones de pesos en el presupuesto del instituto en 2019, en compromiso con el plan de austeridad republicana impulsado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, aseguró que el ajuste se conseguiría en los rubros de servicios personales, de gasto corriente y de ahorros del Instituto.
De acuerdo con Di Constanzo, durante el primer trimestre el gasto del IMSS fue menor al programado en 65,000 millones de pesos, hubo 45,000 de pesos menos en las funciones de desarrollo social, en materia de salud el gasto se redujo en 24,000 millones de pesos, mientras que en protección social, partida que afecta directamente al IMSS porque está enfocada a la atención gratuita, el gasto se redujo en 1,007 millones de pesos.
A pesar de los ahorros, el IMSS fue incluido en un segundo paquete de medidas de austeridad anunciado por Hacienda en mayo, que implicó el despido del 30 por ciento del personal de áreas no prioritarias en todas las instancias del gobierno federal.
AUSTERIDAD MAL PLANEADA
Martínez Cázares indicó que en el IMSS algunas injerencias por parte de Hacienda «son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo'».
Di Costanzo coincide con que la política de austeridad que se ha llevado a cabo se ha realizado sin una valoración seria de las consecuencias y lo que sucede en el IMSS también ocurre en muchas dependencias de la administración pública.
«Los recortes que sucedieron y sucederán se han llevado a cabo de una manera indiscriminada, sin revisar en dónde tenían margen para recortar y en dónde no» lamentó el ex funcionario.
La Secretaría de Hacienda ha ejecutado los recortes por órdenes directas del presidente y los especialistas coinciden en que ésta presión incide en la falta de un análisis minucioso de sus consecuencias. «No es fácil decirle que no al Presidente y menos al Presidente que tenemos, pero también lo están engañando no había las bolsas que le dijeron que había en el presupuesto».